Cuando la vida continua,
el dolor es lección de ángeles
Y nos prepara para lo que sigue:
quizás un nuevo sol
donde despertar…
quizás un sueño plateado,
perpetuo,hasta la muerte…
quizás una gota de rocío
que recorra el cristal de la pureza…
quizás un aroma balsámico
que nos lleve hasta el verdadero mar…
quizás una llama de ilusión
que de aliento a futuros latidos…
Quizás…
Delante de mí va la esperanza
Y no cierro las puertas del corazón
a la semilla de otro árbol,
pero, un árbol cargado de pañuelos blancos;
la paz y “el amor a mí misma”.
Antonia Ceada Acevedo