AMAME
Ámame como un suspiro tibio
como una exaltación
como el girar del tiempo
y vuelve a amarme más
mientras yo duermo.
Ámame desde mis pies desnudos
desde el clamor de mí
de mi cascada cautivada
en la revuelta de tu ofrenda.
Ámame como una cobra inusitada
un esplendor de surtidores
un siempre más
un nunca menos.
Ábreme una compuerta para entrar
entre tus labios ávidos
y descender por la escalera de tu empeño
a bucear con mi siempre
en tu ya estás.
Ámame convertido en una lluvia
gotea en mi bandeja
cada instante de amor que te conmueva
en este laberinto interminable del deseo salvaje
donde cada rincón se convierta en más fuego.
BEATRIZ OJEDA
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