Ahora que llegaste a mi Vida y ya se
lo que es verdaderamente amar,
esta vez ya nada ni nadie me puede
engañar, ni lastimar y mucho menos
me pueden cautivar.
He resucitado contigo para entregarte
todo lo que tengo conmigo.
Nunca más tendré tabúes, prejuicios ni
complejos porque tu me enseñaste a
verte como un espejo donde día a día
me veo y en ti me reflejo.
Eres mi todo, mi vida, mi oxígeno, mi
cielo y mi aliento.
Ven y desnúdame toda, toda y penetra
todo mi ser hasta que calmes
toda mi sed.
Beberé de tu néctar y tu de la mía y
embriagaremos de Amor a todas nuestras
energías para que sean libres
de toda agonía.
Has llenado mi cuerpo de completa alegría
y ahora puedo gritar con todas mis fuerzas
la dicha que siento de saber lo que es amar
y estar en perfecta paz, bienestar
y armonía.