Esquifes egipcios,
de pequeñas redes y cestas,
capturadle los mariscos más sabrosos.
Mi luna y mi duende,
mi galera de plegaria.
Mi numen.
¡Abre las palabras,
todas ellas mudas
consienten en su boca!
Duquesa de Orleáns,
“Orfeo de los infiernos”,
apacible silencio.
Sirenas de escamas plateadas,
¡marcad el aire
con el beso en flor!
Y si no os ocasiona mucha molestia,
si nos os desvía de vuestro camino,
decidle que ¡le amo!