lo menos que pido es algo mejor
que lo que dejaste tatuado dentro
que no es tu cuerpo tibio, que fue mío
ni en tu rostro tu afable sonrisa
ella jugaba, a mirarme, sonreírme,
llegue a pensar había alguien atrás de mi
volteaba a ver a sus amigas,
ellas de un lado a otro
como arrieras en su hormiguero, así son ellas
encontré en soledad, su estrella
quizás ella también me encontró,
no era precisamente tierna,
me pareció que ya habia tenido vida
pero me parecía tierna, ella lo parecía
ni siquiera hubo tiempo
para preguntarle su nombre
ni la reunión exacta de sus pechos
y mis manos
ni su espalda dulcísima y suave,
me permitieron olvidarme, de tu olvido