Traviesa y muy coqueta La brisa acaricia la rama de los arboles, Que muy enamorados de ella Se mecen de un lado a otro Dejando que se desprendan sus Hojas secas Un canto de turpial se deja oír a corta distancia Mientras que el sonido del agua Que se desliza por las plantas del jardín Hacen un concierto con el viento Una reinita aterrizo en una mata de tuna Para extraer de su fruto El dulce alimento que le ayudara en su vuelo Allá en lo alto con el resplandor del sol Se devisa una gaviota volando de prisa Quizás no quiere que la noche la agarre en el mar O tal vez su amado la espera en casa El firmamento con su vestido azul celeste Y encajes de nubes blancas Se añaden al lienzo de la vida Y la obra quede terminada Ahora puedo observar El más bello paisaje que en esta tarde DIOS me ha pintado y regalado.