Que suavidad la que tienes en
tu espalda , piel fresca , sedosa
con la fragancia , que hace mis
sentidos girar en contra del reloj ,
me vuelves joven , sentirte como
tus hombros se encogen con mis
labios , llevándome presuroso a
tu cuello , donde me deslizo con
tu compas , encuentros que
vivimos desde hace mas de tres
décadas , y aún disfrutamos con
tanta pasión esos momentos , que
sabemos quitarle a la llamada
vida agitada , que involucra el
trabajo constante , para conservar
la marcha .