JUSTO ALDÚ

ME RIO

 

Extraño o no, hoy vengo a reírme.

Me rio del tiempo,

porque anticipa la soledad que me depara.

Del pasado con  historias imperdonables

y canas perpetuas que recién hoy aparecen.

 

Del presente con promesas

exquisitamente tergiversadas

y  otros momentos horrendos

e igualmente desesperados.

Y confieso, hay días alegres

cuando asumo la tarea de leer el recuerdo

y  reconstruir el nacimiento de tu sonrisa.

Ahhh, cómo la extraño!

Aunque luego de tu  ausencia

vinieron días tristes  donde ajusticié mi vida

desnuda… engañada… vilipendiada,

víctima de todas las obligaciones inherentes a una esclavitud,

Y hoy nadie lo sabe,

pero habito el silencio sobre mi casa moribunda,

maquillado con voces apretadas y  traición.

 

Sé de tus manos vaciándose en la espera

y  mis ojos contra la iniquidad

bajo éste sol de enero

donde miro con  calor en el rostro,

la rabia agarrada de las manos,

la certeza en el corazón y la transparencia de los hechos.

 

Me rio de la historia de mi era

con la acusación más grave y la condena más feroz

como un fantasma

como una pesadilla

como un espejismo sin refractar la vida

en  éstas lágrimas de ahora

y  éstos dolores de hoy.

 

Y me rio del mañana

con un reajuste de cuentas

por los años anteriores;

quizá salde mis deudas

y  no dé falsas noticias a la resignación

ni queme sueños en una pira individual

por la explicable creencia de la fe

en el futuro del hombre.