Cáeme sorpresa,
cántame unos versos,
pide recompensa
a cobrar en besos,
juégame tu juego
si lo vamos a ganar
y si alguien pierde
que sea la soledad.
Escúchame los pasos,
báilame sin prisa,
desnúdame y que vaya
a pedir perdón a misa,
háblame al oído,
susurra entre mis sueños,
escribe en el espejo
bien grande un te quiero.
Atrévete a mirarme
cuando no quieras hacerlo,
atrévete a intentarlo
todo nuevo, desde cero,
tómame la cara,
sórbeme la boca,
abrázame y libera
esas ganas locas.
Quémame despacio,
sana el alma rota,
dile a tus amantes
que no hay ninguna otra,
dime suavecito
todo lo que yo despierto
y no dejes que me vaya
sin besarte con el viento.
Búscame en la noche,
llámame en el día,
atrévete a quererme
como te ama el alma mia,
ruédame en silencios
gritando con caricias,
mírame a los ojos
y descubre mi sonrisa.