Una noche cuando mi alma desesperada lloraba, Hablé sin conectar mi cerebro con mi habla, Casi pierdo todo mi mundo, casi lo pierdo por nada, Hablé, hablé mucho, y dejé que mi alma se callara, Hablé sin entender que mi alma sufriendo se encontraba, ¡Déjame sola! Así le dije, pero a sus brazos yo me aferraba, ¿Acaso esto es una despedida? Eso Él me preguntaba, Yo por dentro le gritaba, ¡pero si no puedo de ti soltarme! ¿Porque digo semejantes cosas? ¡Si yo sin Él no soy nada!! Quiero estar en sus momentos, sentir su viento que me abraza, No quiero ver que por la vida sufro apagando así mi alma, Qué daría por no verme con el coraje desenvainado, Mi vida yo daría para que mejor Él esté inspirado, ¡Qué no haría por agradarle, qué no haría por abrazarlo! Pero en una noche tan funesta, casi lo pierdo todo… ¡Perdóname Dios por decir semejantes cosas¡ no sabía lo que decía, Así como tú eres mi todo, así quiero yo ser en tu vida… Hoy recuerdo con tristeza, que casi lo pierdo todo, Mi alma casi se desintegra, casi lo entierro todo, No permitamos que nuestros momentos apaguen el sueño y lo deseado, Porque yo quiero seguir en pie, no importando mis momentos, Pero siempre, siempre a Tu lado, Perdóname Dios, no supe lo que hube pensado…. Te amo y por ningún momento mi mente asimila el no tenerte, Y eso…bien lo tengo pensado… Iliana…