Fuiste el sol que iluminaba mi vida
me dejaste solo el recuerdo de tu resplandor
fuiste un rayito de felicidad y alegría
en la gran oscuridad de mi melancolía
fuiste una dosis de ilusión y de amor
en mi perenne enfermedad y agonía
Me quedaron tus palabras, tus risas, tus sueños
la fuerza de tu amor, el sonido de tu silencio
también me quedaron, preguntas sin respuestas
promesas incumplidas, incertidumbre manifiesta
la ilusión de una promesa y de la felicidad propuesta
la soledad temida, el dolor y la tristeza
Aún así, sigo creyendo, en la hermosura de la vida
en la dulzura de tus palabras, en tu voz que estremecía
en las promesas pospuestas, en tus frases ya vacías
en el palacio añorado donde la felicidad es de dos
en el jardín lleno de flores y en la voluntad de Dios
Yudimar