Las aguas cristalinas se parten y
refractan la luz del astro rey.
Conmueven y añoran su partida
desde arriba,esperando reunirse
mas abajo en la cuenca soleada.
Los peñascos fragmentados las
reciben,impregnandose del baño
incandescente.
Los capullos del borde del barranco
se mecen cual virtuosos de una
orquesta derritiendo un canto de sirenas.
Voces de ultratumba,¿o de compases?
Emergen de las grietas fantasmales y
entonan una suave melodía;que susurra
y embellece,entretiene y aletarga,hipnotiza
y adormece.