Tengo una madre buena
que me da la crianza
y mi maestra en la escuela
me brinda enseñanza.
Mi vida contenta va
alegre como una fiesta
porque tengo a mi mamá
y también, a mi maestra.
Son dos personas queridas
mi mamá y mi maestra,
ellas son mis consentidas
y amarlas, nada me cuesta.
Alejandro J. Díaz Valero