Geovani

Tardes de color ocre y rojo.

Noche llena de azules relámpagos,

Entre la ardiente materia de la pasión, enamorados,

En un vuelo como el que realizan las hojas, muy romántico y lejano,

En el ocre cielo taciturno y solitario.

 

Tarde que lentamente se hace oscura, se apaga,

Es cuando comienza a salir más la presencia de amor, ya no descansa,

Volviéndose a cada momento más irresistible,

La pasión y los besos que nada los extingue.

 

Lentamente todo se llena de las noctámbulas sombras,

Cubriendo todo en la habitación, sobre todo se posan,

Ellas hacen más fuertes a la pasión que ilumina la alcoba con su fuego,

Intensa sensación, tenerte en mis brazos, traspasando el cielo.

 

Nuestro amor hace una pequeña tormenta,

Dentro de la habitación llevándose hojas muertas,

Palabras que nacen de nuestro corazón, nacen de improviso,

Todas son las llamadas del amor que llegan a nuestros oídos.

 

Besos sin motivos e instantáneos,

Con ellos te tomo suavemente entre mis brazos,

Con uno de mis dedos, en tu espalda un corazón he trazado,

Dejando las gotas de oro azules en el valle helado.

 

Minutos y horas incoherentes que quedan a la deriva,

En sigilosa vehemencia, silencio en tentativa,

Entre la oscuridad quedamos en la abundancia de las rosas,

Entre el aroma dulce de sus pétalos, entre el secreto de sus gotas de perfume misteriosas.

 

Te tomo en mis brazos como mariposa enamorada,

En el vuelo que haces entre las almohadas,

Crepúsculo con el que se abre la flor,

Sueños que crecen en el jardín del amor.

 

Palabras que se cortan entre besos,

Palabras de amor que llevan en sí tu deslumbramiento,

Entre nosotros habitan bellos recuerdos,

Entre todas las paredes de la habitación, jugando alrededor de nuestros cuerpos.

 

Es tan hermoso ir caminando a tu lado,

En el destino, detrás de tus lindos pasos,

Compartiendo nuestras vidas, siguiendo un camino,

Formando y llenando de amor nuestro destino.

 

Tomados en todo momento de la mano,

Nunca alejarme de ti, de tu lado,

Rodeados de nuestro amor y de un fuego blanco,

Caminar contigo sin soltar tu mano.

 

“En tus lindos ojos se reflejan las luces del otoño, con sus atardeceres junto a ti hermosos, contigo es bello bajo el cielo ocre y rojo, deteniéndonos junto al río, bordear su orilla, tocar el agua cristalina, tocando tu piel, llenándola de mis caricias, demostrándote cuánto te amo, enamorándome de tu sonrisa, llenos de la tarde y la noche, llenos del aroma de las buganvilias, del color de las violetas, colocarte en tu cabello una flor de azucena.”