Sentado, espero
a que el calabobo de mis ojos ceda
espero, para asi poder
ahogarme en mi pañuelo de seda.
Sentado, taciturno,
admiro el paisaje y su nostalgia,
paisaje lleno de gente,
paisaje lleno de nada.
Sentado
hago sangrar la flor que posaba en mi mano,
la desmienbro casi despiedadamente,
petalo por petalo,
dejando que decida el azar
si me quieres.
Sentado
reafirmo mi inseguridad
mis dos caras postizas,
el recuerdo viene y va,
mas no se olvida.
Sentado
pues mis pies cansinos
no me dejan levantar,
cansados de haber cargado
por mil y un "lugar"
el peso de no haber sido amado,
y amar .
Sentado, espero,
!sentado!.