Recuerdo mi peculiar infancia:
tiempos duros, escasez, miedos.
Las calles llenas de barro y tierra,
juegos de infancia, penurias
Añoro las relaciones personales
de niños de calle, de libertad inocente,
de un barrio humilde en marginado arrabal.
Añoro gente, calle y bullicio presente.
Evoco los amigos de infancia, la rivalidad,
los juegos de calle y los amores platónicos;
el fuego de San Juan, el bolsillo vacío,
el estómago acostumbrado y los meses agónicos.
Recuerdo aquella familia humilde:
la madre, solidaria en la pobreza;
el padre, obrero cargado de enfermedad y nobleza;
los hermanos reflejados en el mayor, pueriles.
La familia lejana, allá en Aragón.
Una lengua, entonces desconocida;
el enorme respeto al país de acogida,
la ilusión y lucha por un mundo mejor.
Hogares de amas de casas y operarios,
cargados de chiquillos y de inocencia;
la lucha por el día a día, supervivencia
en un rincón pequeño, lejano y solidario.
Aún hoy, muchos años después,
recorro, evocando, aquella barriada:
gente extraña, otras lenguas, chiquillería,
colores oscuros, desconfianza y estrés.
Octubre, 2004
Pau Fleta
(Adaptación del original en lengua catalana)