Si la brisa de mi jardín de primavera
siempre ha pronunciado tu nombre,
si las flores de los enamorados eternos
besan las aguas cristalinas, aventureras
como queriendo besar con cada pétalo
tus besos, mujer ¡qué más quisieran!
los príncipes de tus bellos cuentos,
abrir tus puertas misteriosas
acariciar con amor tus anhelos,
y decirte: "¡estás cada día más hermosa!"
tal vez si yo volara en mis sueños
te escribiría miles de versos en el cielo.
¿Sabes? tu calor me gusta mucho,
tu modo de mirarme, de desearme,
me encanta cuando me buscas,
yo cierro los ojos para imaginarte,
viajo hacia mundos muy nuestros,
esa intimidad cubierta de luces,
ahí nos olvidamos de las piedras,
aunque sea por breves momentos,
esos minutos de eternidad que lo llenan todo,
en la fragilidad celestial de estas almohadas,
donde tus labios detienen el espacio
y donde tus susurros de noche tibia
mueren dormidos entre mis brazos,
cada silencio, cada caricia...