A la que vos sabéis
de una tarde sin dormir que la pensé
I
Soñar con los ojos abiertos,
partir a infinito que ignoro:
Un sol en el alto de un cielo,
un viento en caricia del polvo;
el polvo soy yo que te quiero,
el viento es tu afán de mí ignoto,
el sol será dios o un deseo
igual de insondable que el otro;
atisbo en conciencia de yerro
en alma con paso de plomo;
y tú que no sabes que muero
y yo que muriendo de a poco
sobre este infinito que advierto
en tinta y papel ahora roto.
Marco Quezada