Se abrió paso hacía aquella vereda
Y era efímera al cruzar la recamara,
Pronto, nuestra periferia se aceda
Jurando que alguien más la amará.
De ella sólo queda la distancia,
Sólo quedan las malas costumbres,
Los derrumbes en cumbre de unas gracias
La noche que al amanecer se consume.
Pero sobre todo esa distancia
Burda y métricamente estratégica
De la cual, es tan alérgica
Mi soledad a estas instancias.
La vista se duerme, mientras se suelta
El arma blanca y de doble filo
Que ahora juega la fantasía en la silueta
Que entre mi cama y la pared pende de un hilo.
Esta lejanía tan infinita como este boche,
Que se desprende de tus tacones,
Para extrañarte no hace falta razones;
Hay nostalgias que no caben en una noche.
Con tu volátil reflejo
Has clausurado la anoréxica alterca
Lo peor de tenerte lejos
Es que te siento más cerca
Y ese retrato con su sonrisa terca
Que a veces desprende más vida que la mía;
La distancia es eso se acerca
Cuando tú, poco a poco, huías.