En un tétrico sótano de sueños
encontré corazón de tiempo triste;
los vestigios del día que te fuiste
empolvaron sus pétalos risueños.
De su cuerpo los cuervos fueron dueños,
y aunque todos comieron de su alpiste,
no extirparon del alma viejos quistes;
sufrimientos cambiaron sus diseños.
Hoy regresas, carroña del pasado,
con regalo de rosas de agonía,
como el falso querer que habías dado.
Yo curé sus heridas, ella es mía;
encontró redención, aquí, a mi lado;
con mi amor resucita su alegría.
Copyright © 2011 José Luis Calderón
Poesía Agridulce Salpicada de Esperanza.
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