Eres la quilla de mi barco,
eres mi vela,
eres la brújula
que guía mi destino
eres bitácora que guarda mis poemas
eres la espuma de mar,
eres la arena.
Yo me recuesto en las palmas de tu encanto
y me despierto en la selva de tu vientre
bebo tu amor
lo bebo de tus manos
porque en sus dedos
se filtran tus vertientes.
Mi amor, tu mar,
me lleva a las estrellas
y me redime ante Dios
de mi pasado
eres amor de rayos y centellas
me tienes, flor, todo convulsionado.
Cuando perezca
yo ruego al sol que brilla
que me permita morir sobre tu playa
y que sus aguas me llenen de caricias
sombra, que sea,
tu manto de pestañas.