¿Sabes? he regresado,
Te voy a acompañar a tomar café,
como espectros nos hemos encontrado,
¿Te acuerdas? caminamos tomados manos,
El frescor de la tarde nos acompaña el plato,
Y tu mirada sigue siendo mi perdón y el pecado
¿Sientes? Como nos detestamos,
Mi amar es tan negro como lo que estas tomando,
Somos inocentes pero nuestros destinos maldecimos,
¿Las ves? Son arrugas que llegan hasta el alma,
Y El sol vespertino refleja la taza y nuestras caras,
Tal como las místicas mañanas tocaban a nuestra cama,
¿Hora? ¿Qué nos queda?
Si siento la simpleza en la lengua, así la vida,
este amor triste y sombrío es lo único te recuerda
¿Qué esperas? No hablas,
el silencio en la mesa nos aqueja,
Y las lágrimas a la luna las aguardan,
¿no escuchas? Lo lamento,
Por eso de nuevo tomare tu veneno,
Partiré dejándote las cuentas sin ser caballero.