Logré fenecer con una bella sonrisa,
todos ellos me miran, pasan cerca, con prisa,
ignoran cuan bella puede ser la muerte,
lo feliz que me siento, un ser con suerte.
Veo dolor ajeno, el de los que dicen, me querían
por fin llego su hora, llantos, lamentos y pesares,
los que no disfruté en vida, cuando quiza lo requería.
¡Sufran ahora mi ausencia!, mientras viajo a otros lares.
¡Por fin marcho!, os dejo en "paz",
abandono esta vida, de tormento y poco más,
lleno de ilusiones en este nuevo viaje,
muerto de risa por tanto ultraje.