Tú te vas, pero yo no quiero
morirme en las fauces de la soledad
ni en el dolor insoportable de las noches,
yo quiero vivir sin ti
quererme sin ti,
olvidarme de ti.
Verte mañana o nunca
pero no acordarme de nada,
ser obediente a la razón que me
obliga a deslindarme de tu amor,
cambiarle la piel a mi alma como
lo hacen las serpientes.
Dejarme libre de cualquier sentimiento
que se desborde de mi corazón
para que no se malgaste en tus oídos sordos,
ni en el vacío interminable de tu indiferencia.
Quiero ser un hombre valiente,
saber que si estoy de pie fue porque
tu desamor no logro aboyame la armadura,
ni dejarme una herida de muerte.
Presumir ante la vida que tu llevas tan
tranquila, mi victoria sobre tus
mentiras.
Salvarme de ti,
llevarme todos los restos de mi cuerpo
para darles sepultura y renacer
una vez más.
Dejarte la satisfacción momentánea
de mi ruina que te hace sentir bien.
Más esperame porque regresaré,
habré de levantarme y estarás
insatisfecha de ver que cuando
alcance mi paz,
ya no tendrás guerra que festejar,
ni enemigo,
ni amigo,
ni nada,
y pelearás contigo misma,
y te dolerá
y te morirás
pero, no renacerás.