DIFERENCIA DE TIEMPO
Si mi piel fuera tersa,
suave y perfumada
como a los treinta años,
si aún mis comisuras
empinaran al cielo
y no a la tierra,
no pensaría dos veces
para robarte besos.
Si este pájaro herido
que es ahora mi cuerpo,
tuviera la firmeza
para retar al tuyo,
cuantas mañanas juntos
veríamos llegar,
entregándote todo
exigiéndote el resto.
Que delicia sería
darnos esta pasión
que llevamos por dentro,
envolviendo los cuerpos
en frazadas de piel
con placeres frenéticos.
¡Más tarde reflexiono!
¡Y comprendo!
Que anhelas juventud
que tu ser estremezca,
yo sólo he de entregarte
compañía ,ternura,
un amor para siempre
y unos dulces besos
que nadie podrá darte.
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR:
MIRIAM RINCÓN URDANETA.