Suspendida en los hilos
brillantes de un lucero,
con el canto de la noche
escalo el cielo.
En el diáfano silencio quedo
y quiero…
atrapar entre mis dedos
un millón de estrellas,
darte un beso…
con cada una de ellas,
hasta cubrir tu cuerpo,
pedirles un deseo…
para ti,
mientras te espero…
entre tu horizonte
y el mío sueño…
con tu amor.
Mi rosa en el jarrón
y en tu lecho…
Mi aroma de mujer enamorada.