Una paloma blanca en el tejado
lucha contra los vientos de tristeza,
mientras la lluvia azota la belleza
de sus plumas mojadas de pasado.
Le salpica el recuerdo de un pecado
que continua ensuciando su nobleza,
por un error, momento de flaqueza,
por el cual puritanos la han juzgado.
En busca del perdón se fue a volar,
pero cayó al abismo del rechazo
del que nunca dejaron escapar.
La soledad le dio malvado abrazo
para sus plumas de color cambiar.
Paloma negra, ven a mi regazo.
Copyright © 2011 José Luis Calderón
Poesía Agridulce Salpicada de Esperanza.
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