En mi huerto
planto nardos y rosas,
rosas y nardos
de la alegría.
Si mi huerto no regara
ni nardos ni rosas
florecerían,
riego con agua clara,
que de los montes
corre fría.
Llega pura
a mis rosas y nardos
llenando de hermosura
sus pétalos blancos.
La corriente
no puede parar,
a mis nardos y rosas
no le han de faltar.
aromas de amor
me hacen llegar.
Esclavo de mirarlas,
Libre de cuidarlas,
Prisionero de mis amadas.