Háblame entre los rayos del sol,
que refresca sus rayos en plata.
Háblame desde tu corazón,
aunque no te queden palabras.
Son los ecos callados, perdidos,
los que llenan mi paz solitaria,
los que traen tus vocablos, sin ruido,
en silencios que adornan las aguas.
Este río, que corre, callado,
con el ritmo que marcan mareas,
es bolero ceñido al encanto
y al vaivén de mi alma serena.
Romperé los silencios del alma,
construyendo mis versos, sin gritos…
soñaré que el presente es mañana,
donde tú y yo seamos los mismos.
Háblame, que te espero en mi río,
donde el cielo recrea en sus aguas
la esperanza de verte conmigo
esta noche de luna entre sábanas,
Las gaviotas soñarán suspiros,
su cabeza escondida en el ala
y tus ojos buscarán los míos
permutando en besos las palabras.
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