Destellantes trazos en tus ojos,
risueños al contemplar
la figura tenue de tu pequeño
niño.
Tus manos siembran la corteza
dura que al viento libre de
tu corazón alocado sumerge feliz
a tu nuevo retoño.
Tierno tu sentir plagado de ternura
convierte tus palabras en
alimento infatigable de recién parida
leche para dar vida a quien
bajo tu sombra crece.
Cobijado bajo tu intenso calor
para mitigar el frío que
pasa por falta de cariño y
amor a tu hombrecito
recién parío.
Susurras a su oído palabras
de ternura, ¿qué quién sabe?
sean escuchadas u olvidadas
por quien de ti tomó hasta
el alma.
Confusión de sentir y me
pierdo, por no saber con
quien he convivido y compartido
más que mi vida y mi existencia.
Mitad de mi se ha ido
con la lucha que hemos sostenido,
mas al comprender que ha
llegado el otoño de tu
vida, podrás sentir que tus manos
forjaron el futuro de
una vida y vidas que
no se entregarán por
más que caigan, pues de
ti han aprendido que
mientras más caídas más
amor por compartir queda.
Reservados todos los derechos de autor:
Carlos Dos Santos Daniel