Hoy me llegó una triste reflexión,
recordando la humillación
de nuestro señor Jesucristo
que sin decir nada a su favor
aceptó sin réplica alguna
su ejecusión.
Por qué señor, los humanos
nos hacemos daño,
Porqué simplemente no disfrutamos
de las bellezas que nos das,
Por qué si somos infelices
queremos arrastrar a otros
a nuestra infelicidad,
Por qué es más facil dañar
que dar a otros la posibilidad
de amar,
¿Por qué señor?
Por qué tantas injurias
por qué tanta envidia
por qué tanto dolor...
Reconfortanos señor,
permite que olvidemos
el mal que recibimos
que de nuestro corazón
y nuestra mente
solo salgan palabras
en relación a ti.
D.R. 66ARCOIRIS