un dia caminando con sus botas mojadas,
mojadas por la brisa del sereno de la mañana
se encontrò algo tan bello y tan triste
algo que al verlo asi de repente te extraña,
se sentò sobre una roca de aquel bosque
esa chica de mirada triste y vestido largo
se escuchaban quejas y reproches
aquel llanto era verdaderamente amargo,
aun mas amargo que el de ella
aquel llanto penetraba hasta en la esencia
y justo delante de ella se encontraba èl,
el sauce que lloraba al sentir de todos una ausencia.
meciendo sus ramas con sus hojas lentamente
en medio del bosque, en medio de la soledad
era hermoso parecìan cortinas de cascada aquellas hojas
te podrias quedar mirandolo por horas, por toda la eternidad,
ella se levantò de la roca y caminò hacia el sauce
lo abrazò y todos sus sentimientos quedaron en èl impregnados
de pronto la mirada de esa chica cambiò, le brillaron de felicidad
y todos los dolores y sentimientos tristes fueron evaporados,
el sauce le limpiò todas las lagrimas y los dolores
pero a cambio le pidiò a ella que jamas se apartara de su lado
querìa sentir sus abrazos su esencia
querìa sentirse querido, querìa sentirse amado
y fue entonces cuando la chica cada tarde
se recostaba bajo las cascadas de aquel sauce lloròn
le regalaba tiempo de su vida
le regalaba entero el corazòn.
Gladys sarai hernàndez ruiz.