FIDEL HERNANDEZ

ANTINANA A UN NIÑO ENFERMO

 

 

 

No te duermas aún, mi niño,

que unas sirenas con una dulce voz

te traerán un cuento de lejanos mares.

No te duermas, mi niño, todavía,

que sólo tendrás que encender tu corazón

para escuchar aventuras tales

como las que a un famoso pirata robaron

cuando borracho estaba en su navío

maldiciendo todos sus males…

¡Paradojas del destino!

También tengo para ti cuentos de hadas, de enanos,

de magos o de titanes...

Ríe, ríe, ríe conmigo,

y cruzaremos juntos los siete mares;

mas no te duermas todavía, niño mío

que yo aún preparado no estoy 

para acompañarte en el camino.