(esperar 11 segundos de la música para leer el poema)
Me encuentro en disyuntiva grande como razón
de este poema, la de rendirle mi mano amistad,
a un hombre que por virtud no calla, es sincero,
que tiene baches su paso (pero también aciertos);
entonces, la pregunta aflorada con toda lealtad
es: ¿podría negarle a este peregrino mi corazón?
Les voy a contar resulta todo caballero su color
(Don Quijote perdería dos de tres ante esa casta),
cuando parece estar rendido ante dolor rastrero,
al igual que el Fenix toma envión dando el vuelo;
entre nosotros, guarden palabras de su beldad,
creo vino cual emisario para enseñarnos valor.
De esta persona (o mejor dicho de este Corazón)
¿que podría decir que la palabra no pueda matar?
¿que es un hombre mezcla de angel y del infierno
ya que su ternura alza el alma y su humor, negro?
No lo duden: él es un músculo que latirá sin parar
porque no sabe hacer otra cosa mas que ser amor.
Vito Angeli