Escuchado la poesía de tu voz
recorro el largo camino
del tiempo detenido por no poder susurrar
a gritos te quiero.
Suspiro bajo tus ardientes labios
el placer de sentir el movimiento
que les das al pronunciar
mi nombre en soneto de amor.
Soñando un día y una noche,
media oculta por las manecillas
de un reloj,
te encontré
sollozando en busca del amor,
en un segundo de un tiempo
vivió para siempre el sublime
sentimiento que tanto buscamos
y al fin encontramos.
Espejo de perdones refulgen
tus negros ojos en cada
intento de amor
compartido.
Sorbiendo una lágrima de alegría
de tu rostro angelical,
siento que el amor pierde
una plegaria.
Tibio sabor de mil disfrutes,
alma plena de amor en complicidad
con el fuerte deseo de verte
en cada palpitar del tiempo.
De ti solo espero detener el
amor en mi vida para siempre,
con tan solo de tus labios
el regalo de una sonrisa.
Reservados todos los derechos de autor:
Carlos Dos Santos Daniel