Sorbo del alma
Un beso es un sorbo del alma,
una copa de vino que embriaga,
que adicta cuando gusta,
que no miente cuando decanta;
es un viaje sincero al inconsiente,
a la desnudez descalza,
a la verdad infinita que anida en el hombre,
que esconde en su boca,
y que sangra en su alma cuando se miente,
cuando se evade,
cuando huye de sí mismo.
Un beso como el que escribo;
es el que en mí,
sembraste una noche.
Valentino Malatesta