Hicimos el amor
revolcándonos en nubes de emoción
al son de suaves voces de ilusión,
temblando con calor.
Tu felicidad era mi fiel gozo,
mi dicha, agua que llenaba tu pozo;
ardimos con ardor,
sin quemarnos, en fuego abrasador.
17 de enero de 2012
Pau Fleta