EL SILENCIO DE MI CONCIENCIA
Si al final del camino
es tanto el recorrido
que no pueden bastarse
un adiós o tan solo un beso en la sien,
cuando los huesos cansados
de tantas penas nos hagan caer,
que difícil es volver a mirar esos ojos
pidiéndonos a gritos alguna explicación,
un acaso o un por qué?
Cuando se huye del calor de hogar,
cuando los fracasos nos abren la razón,
cuando esos sueños fueron avecillas
que echaron a volar un día sin poder cumplir,
golpeando nuestro ego…nuestra conciencia,
hiriendo como una daga nuestra estupida ignorancia,
comprendiendo que nuestro camino
fue un iluso espejismo… una irrealidad…un sueño.
Sé que no merezco una mirada tuya,
ni una lágrima ni una palabra,
pero cuando el alma ennegrecida
por un ahogo de tristeza ensombreció la conciencia
es necesario hincar al corazón
y ofrecer simplemente un perdón,
no queda más y el silencio de mi boca…nada más.