Gerardo Barbera

¡MAÑANA SERÁ OTRO DÍA!

Camino por las calles y me siento extraño,

miro al perro comer cualquier cosa,

la brisa se esconde de verguenza

 las lanzas de los dioses simplemente no están,

estoy en silencio en todos los rincones,

no quiero estar tan solo, miro el reloj,

la sed de la vida me atrapa,

pierdo el sentido del tiempo, el perro sigue comiendo,

no quiero llegar a la casa con las manos vacías,

sin trabajo nuevamente, ¡qué calor!,

todos me esperan, también la esperanza,

trato de no pensar en las cosas,

pero todo da vuelta y me desespero,

sé que mañana será otro día, un nueva luz,

pero siento la tristeza en cada paso,

con lo que me queda compraré algunos panes,

un poco de leche, mantequilla,

creo que alcanzará, siento de nuevo la tristeza,

miro a lo lejos el color de la casa,

¡cuántos recuerdos! ¡hermosa niñez!

¡por qué crecimos!

Los tres hijos me esperaban, con sus ojos tiernos,

la mujer no dijo nada...hizo café,

y en la noche, como siempre:

"!No te preocupes, amor, mañana será otro día!"