Te veo ahí...en el prado vecino
empecinado en vivir
necio limón obstinado...
Te rodea la maleza...y el abandono
te bebes la tristeza y el olvido...
y sin embargo
tus hojas amarillas
tiritan al invierno
y sienten la desdicha...
de la soledad.
Desarrollas espinas en tu tallo...
¿Acaso es defensa hostil al vecindario?
No lo creo,
porque aún,en esa selva de abandono
la tapia derruida y los hierbajos circundantes
predomina tu aroma a limonero:...
¡Vivo y bueno!
Sentado enfrente de tu acera
me sorprendo traspolando tu esencia luchadora
a la esperanza y fé que quedan en mi gente
y en mí...a pesar del ahora.
Sí,...
al mirarte triunfante
ante tal desolación
no puedo menos que creer
que en mi país aún queda una Nación...
y una simiente.