Noches enamoradas en las que te veo,
hermosa como siempre, más que las estrellas del cielo,
abrazado a tu cuerpo, a tu alma diáfana,
noches de enero, bellas por ti perfumadas.
Luna con su velo de plata,
nada al silencio perturbaba,
palabras mágicas, únicas que enamoran,
fantásticas, llenas de tu amor mi niña encantadora.
Te ves preciosa de blanco vestida,
caen sobre ti pétalos de las violetas vertidas,
el amor por la piel se exhala,
entre suspiros y flores perfumadas.
Ninguna de todas las hojas susurraba,
entre los silencios de los sueños de las palabras,
por ti todo es hermoso, todo cambia,
entre tu alma y la mía encantada.
Luces de las auras dormidas y apagadas,
las hacemos nuestras con la mirada,
quedan en tus ojos como brillantes auras,
nada en ti se extingue mi princesa amada.
“Noches irreales de un amor único se relatan, misterios en tu hermosa mirada, en esos ojitos negros tan bellos de gata, bajo la luna de plata, flotando en las incorpóreas miradas, donde se esparcen más aún las esperanzas, bajan a nosotros las estrellas alguna vez solitarias, mientras te abrazo y te beso mi princesa blanca, más te amo, más te quiero, te lo digo con la mirada.”