No me imagino estar solo o vivir en paz
mientras acaricio al desconsuelo sin saber si vendrás,
con temor estoy atrapado en tu recuerdo y en tu ausencia
que prontamente, sin sospecharlo, es una dolencia.
Estoy muriendo sin morir en un periodo de tristeza
extrañándote y mencionándote con agudeza;
culpando a la vida por coincidir en el mismo camino
que no fue y nunca será nuestro propio destino.
Alguien ya ha trazado una trayectoria a tu lado,
alguien ha encontrado en ti lo que nunca he buscado
y es ese mismo alguien quien me ha hecho decaer
al quitarme tu amor que nunca he logrado tener.
Decaigo como decae lo que fue nuevo alguna vez,
como el hombre que acepta con resignación su vejes
y como decae una lágrima de tu semblante
al recordar a un amor que en un principio estuvo distante.
Decaigo por tu amor porque no es lo mismo amarte
si amas a otro que viaja en todo tu ser al mirarte
y todos tus ánimos se elevan con facilidad
porque el amor, al final, consigue vencer tu voluntad.
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