Anoche me puse a soñar
que el mundo se estaba acabando
y que Dios estaba logrando
hacer otro mejor.
Donde había edificios
todos los derrumbo
y en su lugar Él sembraba
altos pinos, cedros, robles
rosas y girasol.
Las calles convirtió en jardines,
los senderos los lleno
de hermosos y altos abedules
castaños y flor de algodón.
Escuelas y hospitales,
casas y mansión,
todos desaparecían
en flores los convirtió.
Destruyo todas las tiendas
de ropas, zapatos y ron,
cerró todas las tabernas,
discotecas todas eliminó.
Arranco toda semilla
de drogas, tabaco y creó
una siembra de tomates
mandarinas y melón.
Quemó toda las bencinas,
con los autos acabó,
ni un solo coche quedaba
ni tractores ni buldogs.
Nuevos ríos, nuevos mares,
a los animales unió
y entre ellos y los hombres
gran amistad renació.
Y observando la maravilla
que hacía nuestro Creador
yo daba vueltas en mi cama
y respiraba su amor.
De pronto yo me encontraba,
cuando Dios ya terminó,
en un camino y rodeado
de bosques espesos, un bello lago
flores, pajarillos, cuando recostada a un pino
toda desnuda te ví yo,
me acerque y me dijiste:
-Hola mi dulce amor, dime,
¿Qué te parece lo que Dios nos entregó?-
-El paraíso perdido-rápido constesté yo.
Aquí seremos felices
llenos de paz y de amor
se acabaron las angustias,
no más hambres ni dolor,
no más niños en las calles,
no más guerras ni terror,
ni más envidias ni traición,
Dios nos hizo un mundo nuevo,
todo lleno de amor
para que nos amemos siempre..... ¡LOS LIMPIOS DE CORAZON!