El hombre que camina temprano en la mañana
lleva en su paso rápido ritmo de bienestar,
mientras en su cabeza contentas aletean ,
avecillas de versos que quieren escapar.
El hombre que camina no va a ningún lugar;
sólo quiere bañarse con la luz de la aurora,
beberse la frescura de brisa matinal,
y sentir la tibieza del sol cuando se asoma.
El hombre que camina silba reminiscencias
y en cada melodía llega un recuerdo grato
o un hito de su vida de triste sentimiento
y en el paso se nota su ánimo emocionado.
El hombre que camina sueña, sueña despierto,
más los sueños señalan un rumbo y un destino...
los guarda en su memoria para que no le estorben
y reemprende el camino feliz y sonreído.
En cada caminata vive él una aventura:
tararea una canción, le emociona una pena,
en su corazón ríe las viejas alegrías.
Cada aventura es vida. Su vida es un poema.