Bendecida y pura en el altar de tu existencia
quince años coronan tu frente soñadora
llevando como estela la luz de tu inocencia
al mundo vas a entrar, fragante y turbadora.
Entre flores de esperanza se abre tu capullo
cual mística rosa envuelta en frenesí
tu tierno corazón se llena de orgullo
tiñendo tus mejillas de rojo carmesí
La penumbra se ha volcado al día en tu mirar
la belleza de tu alma derrama su esplendor
tu faz ruborizada se siente acariciar
cuando te miran los galanes en tono seductor.
Una función diferente va empezando
en el dorado escenario de tu vida
de niña a mujer tu figura va cambiando
como cambia la noche a la alborada.
¿Quince años! Cuento de hadas, sueños de oro
límpido cielo, dulce caricia de luna creciente
misterio que devela su preciado tesoro
sol que brillará de nuevo al día siguiente.
Niña hermosa, flor hechicera de amores
tu aroma se expande en los campos de quimera
y en torno a ella risueños picaflores
buscan beber la miel de tu hermosura.
¿Quinceañera! Conserva la pureza de tu manantial
aunque la vida te muestre sus tardes sombrías
hasta encontrar un alma de corte celestial
que te ame y te comprenda en tristezas y alegrías...
y cuando al fin merezca tu virgen corazón
entrégale tu alma pura de ambrosías
y elevando una plegaria pide a Dios su bendición
para que tu vida sea un concierto de armonías.