“El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia”. William Shakespeare (1564-1616). Escritor británico.
Llueve… arrastra un tango la fría brisa
con nostalgia de barrio y despedida.
En la tarde grisácea, desteñida,
ilumina entre gotas tu sonrisa.
Por los cristales, suave se desliza,
se deforma, se hace desconocida,
se borra tu mirada humedecida
como ensoñación lluviosa y enfermiza.
Si tu voz me llegara primorosa,
la lluvia brillaría en cada rosa
y en las notas del tango a contramano.
Mi inseguro silencio es un llamado,
el rezo en cada día declamado
por este amor tan nuestro y tan lejano.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
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Publicado el 01-09-2010