MIRIAM RINCON U.

DE ADNIMA CRUSTALLU

DE ADNIMA CRUSTALLU
 

 

Maldita piedra vana
que aunque te martillo,
sigues templando a fuerza
tu indiferente centro
sin pensar en nada
sólo en tu egoísmo.
.
Juro que mis rayos
harán con el fuego
derretirte el alma,
enferma de odio
aunque bien lo escondes.

No busques en mí
ninguna piedad,
porque me has pegado
cual David a Goliat,
y eso no lo dejo
 así nada más.

 

 

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MIRIAM RINCÓN URDANETA.