En un otoño
quedó mi antojo,
de aquel abrazo
sincero y puro.
La mirada...
¡Penetrante me llegó!
Y hallaste amor en mi,
como luz blanca
te veo en mi porvenir,
en una primavera
con verdes trazos,
un florecer de abrazos
acompañan melodiosa
la sinfonía viva
de una estación,
llena de amor
para darte mi vida.
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YUBISAY MORALES GUTIERREZ.