Dime tú, ¿qué quieres de mí?
Si tengo alguna malicia,
o tengo poca inocencia.
Si tengo tanta fiereza,
que no cabe ya en mí.
Son las garras de la vida.
Son las alas de la fortaleza.
Aún el mundo nos pone a prueba.
¿Quieres algo tú de mí?
Toma entonces estas caricias
dulces, bellas y traviesas.
Que curen tu alma y te den fuerzas
y sean solamente para ti.
Dime ¿qué es lo que deseas?
Dime ¿qué es lo que tú esperas?
¿Puedo tomar yo tu mano
y hacerte simplemente feliz?