Llega la noche y mi alma busca consuelo,
Mientras me encamino a encontrarte,
Siguiendo el camino, que el cielo me marca,
Emulando a los reyes, que se dejaron guiar,
Por la misma luz celestial, que su andar llevaba,
Para poder adorar, el amor supremo dejado,
Para calmar el corazón anhelante de sentir,
De palpar la paz que, el destino depara.
Hoy mis letras viajan a través de la brisa,
Que suave me lleva a tu puerto abierto,
O tal vez se dejan trasportar, por las olas,
O las corrientes marinas, hasta tu abrazo,
Para calmar el sueño largo, que mi halo,
Marca en tu pecho desnudo, deseoso,
De sentir mi torso descubierto a su lado
Hoy dejo mi alma descubierta para ti,
Que en las noches solas, clama, pide,
Sentir mis piélagos ardientes, prender,
A tu ser, hoy deja sentir tu piel desnuda,
Como si solo estuviéramos en el desierto,
Recostados en una cama de fina arena,
Ensimismados solo en entregarnos sin pensar.
Quiero sentir tu cuerpo desguarnecido,
Sin falsos pudores entregado al mío,
Poder calma los ensueños, que embargan,
Cada noche a tu esencia, hoy solo soy tuyo,
Hoy calmo en el tiempo, espacio y distancia,
Hoy quiero cubrir tu piel descobijada,
Hoy ven a cuidar mi ser y mi alma.